Cuando hablamos de poner en forma de nuevo a tu PC, no solo nos referimos al apartado del software, el hardware también tiene mucho que decir en este sentido.
El enemigo silencioso
Aunque puede parecer que los virus son su principal enemigo,
tu PC, está permanentemente amenazado por un peligro que suele pasar
desapercibido y, sin embargo, es uno de los principales causantes de reinicios
constantes y averías en tu PC: el polvo. La falta de mantenimiento en el
interior de tu equipo puede provocar la acumulación de polvo en las rejillas de
ventilación y en los elementos de refrigeración, lo que provocará un aumento de
temperatura en ese componente que, además de restarle vida útil, le obligará a
protegerse de las elevadas temperaturas bajando su rendimiento y funcionando por
debajo de su potencia real.
Aire comprimido y un pincel
Las mejores armas para luchar contra el polvo que puede
acumularse en los componentes internos de tu PC son un bote de aire comprimido
para limpieza, que encontrarás en cualquier tienda de electrónica, de
componentes de ordenador o grandes superficies, y un pincel o brocha suave.
Con esas sencillas herramientas tu equipo recuperará sus capacidadesde refrigeración mejorando sus temperaturas de trabajo y su potencia perdida. Comienza desconectando tu equipo de la toma de corriente y abriendo la caja de tu PC para acceder a su interior. Esto, por lo general, se consigue desmontando el panel lateral izquierdo (mirando la caja de frente), que está sujeto por unos tornillos en la parte trasera. Una vez desmontados esos tornillos, desliza el panel hacia atrás y este quedará libre. En cualquier caso, consulta el manual de tu ordenadoro caja para confirmar cómo acceder al interior de tu caja. Aunque desmontando algunos componentes internos de tu PC conseguirás limpiarlos más cómodamente, si no te ves capacitado para desmontar ninguno
Con esas sencillas herramientas tu equipo recuperará sus capacidadesde refrigeración mejorando sus temperaturas de trabajo y su potencia perdida. Comienza desconectando tu equipo de la toma de corriente y abriendo la caja de tu PC para acceder a su interior. Esto, por lo general, se consigue desmontando el panel lateral izquierdo (mirando la caja de frente), que está sujeto por unos tornillos en la parte trasera. Una vez desmontados esos tornillos, desliza el panel hacia atrás y este quedará libre. En cualquier caso, consulta el manual de tu ordenadoro caja para confirmar cómo acceder al interior de tu caja. Aunque desmontando algunos componentes internos de tu PC conseguirás limpiarlos más cómodamente, si no te ves capacitado para desmontar ninguno
de ellos,
No será necesario hacerlo gracias a que
con la cánula que incluyen los botes de aire comprimido
y el pincel llegarás a todos los rincones eliminando la mayor
parte del polvo acumulado. Céntrate sobre todo en el disipador del procesador 1
y su ventilador, así como en la tarjeta gráfica. Es en estos componentes donde más
peligrosa es la acumulación del polvo, produciendo un bloqueo en sus sistemas
de refrigeración. Además, presta atención a la limpieza de los ventiladores
interiores de la caja y a sus ranuras de ventilación.
El polvo es un peligroso enemigo para tu PC capaz de provocar averías y reducir capacidad de refrigeración de tu equipo, que bajará su rendimiento como protección.
